jueves, 19 de abril de 2012

Trabajar de noche puede acarrear diabetes, cáncer y males cardíacos


LANACION.CL…

Según estudios científicos dormir menos de 5 horas y tener labores nocturnas rotativas sería inmensamente perjudicial para salud cimentando el cuerpo para encubar problemas con el azúcar en la sangre, obesidad e inclusive algunos tipos de cáncer.
Miércoles 18 de abril de 2012| por Nación.cl
Guardias, panaderos e inclusive periodistas se caracterizan por trabajar de noche, apuesta laboral que cada día siguen más personas en el mundo y que muchos adolescentes replican al desvelarse mandando mensajes de texto o chateando con sus amigos hasta altas horas de la madrugada.
Problema, que en la última conferencia de TedMed fue uno de los temas más discutidos, convirtiendo a la pérdida del sueño como uno de los principales retos de la salud. ¿Pero qué tan perjudicial puede ser restarle horas al descanso nocturno?
Diabetes, problemas cardiacos, inclusive problemas de peso serían algunas de sus consecuencias. Según algunos estudios las personas que duermen menos de cinco horas cada noche tiene un creciente riesgo de desarrollar diabetes del Tipo 2, que suele afectar más tarde en la vida.
La rotación de turnos de trabajo, 3 o más turnos de noche al mes intercalados con el día o al anochecer, provoca riesgos también, dice un reporte reciente preparado por investigadores que analizaron años de historiales médicos del Estudio de Salud de Enfermería, detalla el portal argentino Infobae.
CARCINÓGENO
Al reducirse el dormir el ritmo biológico normal se perturba y el cuerpo sufre cambios físicos de manera que comienzan a establecer el escenario perfecto para encubar una diabetes, reporta el neurcientífico Orfeu Buxton, del Hospital Brigham y de Mujeres, de Boston.
El equipo de Buxton cuenta con 21 voluntarios saludables que pasaron 6 semanas viviendo en un laboratorio donde su dieta, actividad física, sueño e incluso la luz estaba estrictamente controlada.
Los voluntarios comenzaron descansando bien. Pero durante 3 de esas semanas sólo se les permitió dormir unas cinco horas y media cada 24 horas, variando las horas del día o la noche, imitando una mala rotación de turnos o un vuelo prolongado de cambio de hora. Eso perturbó el ritmo de su cuerpo conocido como el "ritmo circadiano", un reloj biológico maestro que regula esos patrones cómo uno tiene sueño y cómo la temperatura del cuerpo sube y baja.
Lo que sucedió fue sorprendente: el nivel de azúcar de la sangre aumentó después de las comidas, algunas veces a niveles pre diabéticos, debido a que el páncreas dejó de segregar suficiente insulina, informó Buxton en la revista Science Translational Medicine.
Al mismo tiempo, el ritmo metabólico de los voluntarios se redujo en un 8%. Los investigadores los sometieron a dieta a fin de que no ganaran peso, pero Buxton dijo que típicamenten un descenso metabólico de ese tipo puede significar ganar de 4,54 kilogramos a 5,44 kilogramos durante un año. 
Los resultados tienen sentido según el doctor Michael Thorpy, director del centro del sueño del Centro Médico Montefiore de Nueva York y catedrático de neurología en la Escuela de Medicina Albert Einstein. "Si vamos a pasar un tercio de nuestra día durmiendo, tiene que haber una buena razón para ello", comentó el especialista, quien señala que la diabetes no es el único mal que debe preocuparnos.
Se calcula que más de 70 millones de estadounidenses padecen de problemas crónicos para dormir, desde insomnio hasta apnea del sueño. La falta de descanso nocturno ha sido relacionada a la presión alta, males cardíacos, obesidad, depresión, falta de memoria y un débil sistema inmunológico.
Inlcuso, la Organización Mundial de la Salud ha clasificado el turno laboral de medianoche como un probable carcinógeno, porque demasiada luz de noche puede trabar una hormona que participa tanto en el sueño como en la supresión de células de tumores.
¿No es que la gente se acostumbra al turno de noche si se quedan en éste suficiente tiempo? Buxton dice que probablemente la rotación de turnos es lo más preocupante. En su estudio, los organismos de los voluntarios volvieron a la normalidad después de nueve noches de dormir lo suficiente a la hora debida. Nadie sabe por cuánto tiempo la falta de sueño y la ruptura del ritmo del reloj biológico pueden continuar hasta que puedan causar daño permanente.

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