Invitación
El Salario Mínimo en Chile es de larga data, este fue
implementado el año 1957 y se diferenciaba de acuerdo al área productiva donde
laboraba el trabajador, su finalidad, en concordancia con la Declaración
Universal de DD.HH era que el trabajador recibiera “una remuneración equitativa
y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme
a la dignidad humana (...)”. Con el advenimiento de la dictadura el año 1973,
el sueldo mínimo se unifica y adquiere las características que mantiene hasta
hoy día, como un salario de subsistencia que no permite el desarrollo integral
del trabajador y su familia.
A casi 40 años de la implantación forzada del modelo
neoliberal vigente, vemos como un puñado de empresarios se han enriquecido a
costa del salario miserable con que se castiga al trabajador. En efecto, en los
últimos 20 años la productividad del país ha crecido un
90% (en el lapso 1990-2009), en cambio las remuneraciones sólo lo hicieron en un 20%, esto explica que hoy en día Chile
tenga millonarios con ranking FORBES y, a la vez una de las reparticiones de la
riqueza más inequitativas del planeta, con una diferencia de 102 veces entre el
que gana más por sobre el salario mínimo, en circunstancias que en países
desarrollados esta diferencia sólo alcanza a 32 veces.
Para la Unión Clasista
de Trabajadores (UCT) este no es un problema económico pues el país se
acerca a un ingreso per cápita de US$ 16 mil, este es un problema político y
tiene que ver con la ideología imperante que permite el enriquecimiento de unos
pocos en desmedro de la subsistencia precaria de la mayoría. Se nos dirá que
subir el Salario Mínimo a uno Vital de $ 350 mil pesos mensuales afectará el
empleo, el crecimiento y todo tipo amenazas al futuro del país. No es así, el
país debe abordar una nueva forma de concebir su política salarial, una que
permita incorporar “cláusulas de escape” con apoyo fiscal a las pequeñas
empresas que no puedan cancelar este sueldo. De dónde se obtienen estos
recursos, al igual como lo expresaran los estudiantes, de una reforma
impositiva real que permita recaudar tributos a las grandes fortunas nacionales
y que prohíba la elusión que hoy hacen impunemente.
La UCT llama a los
trabajadores a movilizarse por un cambio en las reglas del juego, a devolver al
país a su verdadera y democrática continuidad histórica con una política
salarial que coloque al trabajador y su familia en el centro de la política
pública, con un Salario Vital que ascienda
a $ 350 mil mensuales y que permita no sólo la subsistencia, sino que
además incorpore necesidades de cultura, esparcimiento y recreación del
trabajador y su familia que, por lo demás, Chile se ha comprometido y firmado
en tratados internacionales.
Sin embargo, la culpa de que esta desigualdad existe en Chile,
esta injusticia, este robo, es nuestra. De los dirigentes sindicales, las
organizaciones políticos sociales y los grupos políticos, que no hemos sido capaces de
unirnos. Hemos permitido que exista un Arturo Martínez por años, porque la
desunión y el individualismo pesan más que nuestros intereses de clase. Debemos hoy día,
colocar al movimiento de los trabajadores en su justa dimensión como lo
hicieron dirigentes
históricos como Luis Emilio Recabarren y Clotario Blest.
Compañeros, no creemos que de un día para otro
ocurran los cambios, pero abramos un camino de reencuentro que nos permita
reencantarmos mutuamente. Los invitamos a participar a una reunión para el día martes 22 de Mayo las 19 Hrs., en Concha y Toro
42 A, para realizar una campaña por un Salario Vital de $ 350 mil
mensuales que permita
recuperar la dignidad y justicia al mundo trabajador.
Por un Salario Vital de $ 350 mil Mensuales
Vivan los trabajadores.
Unión Clasista de trabajadores
UCT
Santiago, Mayo de 2012.
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